Voy a confesar mi edad: 39 años.
Me ha tocado vivir la cuarta revolución industrial, no soy ni millennial ni generación X, según un artículo de El Financiero, soy generación Xennial. Cuando niño, a mi me tocó ir a la biblioteca de la colonia a buscar información en fichas bibliográficas y si no hallaba lo que estaba investigando, tenía que irme a la biblioteca de la delegación Azcapotzalco del Distrito Federal. Ahora ya ni se llaman delegaciones y el Distrito Federal pasó a ser Ciudad de México (CDMX).
Ya de más joven cuando quise estudiar dibujo, además de inscribirme a clases de artes plásticas en la casa de cultura, tuve que comprar cuadernillos en el puesto de revistas que entregaban de manera semanal o quincenal.
Más tarde me nació el gusto por la reparación de computadoras, lo mismo tocaba, curso y cuadernillos… aunque ya existía internet aún no había tanto contenido, estaba en otros idiomas o los buscadores no eran tan potentes. La formación autodidacta dependía mucho de la suerte y de que fueras conociendo a las personas correctas.
Por lo anterior admiro mucho a Leonardo Da Vinci. En su época ni cuadernillos, ni bibliotecas había y logró dominar muchas disciplinas.
Contenido de marketing digital para todos por todos lados
Hoy en día, aprender marketing digital a un nivel profesional, es lo más fácil del mundo. Somos los digimarkers los que sabemos que el valor en las estrategias orgánicas no se mide en dólares o en pesos mexicanos, si no en la utilidad y la calidad que los contenidos le aportan a las personas que te siguen y que pueden ser tus futuros clientes, ya que a cambio de esa información, si es lo suficientemente valiosa para ellos, pueden darte sus datos de contacto para que les sigas haciendo llegar más contenido relevante, demostrando que eres experto en el tema, para intentar convencerlo de que le rendirá más su tiempo y su dinero, si en lugar de intentar hacerlo ellos, te lo encargan a ti.
Entonces los digimarkers llenamos de contenido de valor nuestros sitios demostrando que somos los primeros en poner en marcha las estrategias de contenidos para hacer crecer nuestra marca personal o nuestra empresa.
Qué ruta seguir para aprender marketing digital
Voy a describir el camino que he seguido para poder formarme como profesional en marketing digital (digimarker). Quizá a alguno de ustedes le pueda servir cómo guía para su propia formación.
Google, Neil Patel, Vilma Núñez, Jessica Stansberry, Laura Ribas, Hubspot… son algunos de los blogs y vlogs que seguí para comenzar mi formación. Particularmente fue con Hubspot en dónde hallé la base de toda mi estrategia: el Inbound Marketing y sus canales de tracción.
Ya con algunos meses siguiendo a estos artistas del contenido, quise poner en orden todo el conocimiento que ya había adquirido y afortunadamente nuevamente me encontré con varias opciones para poder profesionalizar mi conocimiento:
- Hubspot tiene una certificación gratuita en Inbound Marketing.
- Las certificaciones de Google AdWords.
- Los cursos de universidades reconocidas internacionalmente en Coursera. Una parte genial de Coursera, es que puedes tomar el curso y sólo pagar si necesitas/quieres el diploma con tu nombre, pero hay muchas formas de certificar el conocimiento adquirido, una de ellas es la práctica.
- Y si ya tienes algo más de presupuesto, puedes intentar con los cursos de paga de Platzi.
Opciones gratuitas de formación universitaria en marketing digital a distancia
En estos momentos estoy llevando esta profesionalización y ordenamiento de mis conocimientos a un máximo nivel, estudiando una carrera en línea en la UnADM (Universidad Abierta y a Distancia de México).
Pero no es la única, la UNAM y el IPN también tienen su oferta educativa no escolarizada y a distancia. Sólo hay que investigar cuándo salen las convocatorias y estar dispuesto a realizar el proceso de inscripción.
En realidad, hoy en día estamos viviendo una época emocionante en la que sólo se necesita estar dispuesto y una conexión a internet para aprender profesionalmente sobre cualquier, cualquier tema. El tiempo, la distancia y el dinero ya son sólo pretextos.
¿Y tú que esperas para convertirte en el Leonardo Da Vinci de esta época?