El domingo pasado mi amiga Karen me invitó a platicar sobre propósito de vida en su podcast Intensity. Casi al finalizar me preguntó sobre algún sitio donde pudieran ver más sobre el tema y a mi me dio pena contestar que tenía un blog, pero no había nada escrito nada sobre el tema.
Cuando terminamos de grabar le prometí que iba a escribir las notas que hice cuando preparé el tema para hablar con ella, así que aquí estamos, en este post en el que les platicaré sobre la metodología de 5 pasos que acuñé, basada en los temas que vi en una materia de la universidad y en las recomendaciones que he hecho a varios jóvenes para que redacten su propio propósito de vida.

1. Descubre tu personalidad
Basado en la matriz de las personalidades de Jung, Insights agrega un color a cada cuadrante.

Me encanta esta forma de ver las personalidades, pues un color siempre será menos prejuicioso que alguna palabra como “colérico”.
16personalities.com le agrega otros ingredientes a la fórmula y crea 16 tipos de personalidad con las que te puedes identificar.

En su página puedes hacer un test para que sepas tu personalidad. Yo por ejemplo, soy “Arquitecto”.
Saber tu personalidad te permitirá investigar fortalezas para construir tu futuro sobre esas bases y conocer tus debilidades para trabajarlas en pos de siempre crear la mejor versión de ti.
2. Descubre tus valores
El psicologo Martin Seligman y su colega Chris Peterson, crearon la psicología positiva, un movimiento que trata que las personas se enfoquen en sus fortalezas en lugar de en sus enfermedades/debilidades mentales.
Una parte de la psicología de la positividad son las fortalezas del carácter.
El equipo de estos dos psicólogos se dio a la tarea de encontrar los valores que eran comunes a diferentes culturas en el mundo y a través del tiempo. Encontraron más de 70 valores que agruparon en 24 fortalezas del carácter y éstas a su ves en 6 virtudes.

En la página viacharacter.org podrás hacer un test con el que descubrirás cuáles son los valores más presentes en tu actuar.
Conocerlos te permitirá, al igual que tu carácter, te dará una base para reflexionar a cerca de lo que te gusta y no, de lo que eres y no, para que cuentes con un punto de partida a la hora de redactar tu propósito.
3. IKIGAI
Ikigai es un término japonés que significa “razón de ser”.
Para encontrar tu razón de ser te invita a contestar 4 preguntas:
- ¿Cuál es tu pasión, qué es lo que te gusta hacer?
- ¿En qué eres bueno?
- ¿Qué necesita el mundo?
- ¿Qué haces actualmente o podrías hacer por lo cuál te paguen?

Para ayudar a contestar las anteriores preguntas, hay varios cuestionamientos que pudieras hacerte:
- ¿Qué te hace sentir alegría?
- ¿Qué te gusta hacer tanto, que pierdes la noción del tiempo?
- ¿Qué harías aunque no te pagaran por ello?
- ¿Qué harías si sólo te quedaran unos días de vida?
- ¿Qué harías si el dinero no fuera problema?
- Si te encontrarás con la persona que pudiera darte el trabajo de tus sueños, ¿Quién sería y qué le pedirías?
- Si tuvieras en tu poder una lámpara mágica que te concediera el deseo de cambiar lo que fuera en el mundo, ¿qué pedirías?
Otra sugerencia para contestar las 4 preguntas del IKIGAI es que busques en tu pasado inspiración y respuesta a las anteriores interrogantes.
También puedes basarte en las personas que admiras.
Haz una lluvia de ideas con todas tus respuestas y encuentra conexiones.
4. Escribe tu propósito de vida en una oración simple
Esta es la actividad más fácil, escribir en un papel… pero la que puede costar más trabajo.
Procura que sea lo más corta posible y que al menos responda a 3 preguntas:
- ¿Qué quieres hacer?
- ¿A quién quieres ayudar con eso que harás?
- ¿Cómo piensas hacerlo?
Te pongo como ejemplo la mía:
Mejorar la calidad de vida (¿qué?) de niños y jóvenes (¿a quiénes?) enseñando principios espirituales de orden a través de materias STEAM (¿cómo?).
Propósito de vida de Óscar Briz
He de confesarles que hace dos años no era la misma… que inclusive en este corto tiempo la he redactado en varias ocasiones. Afortunadamente en esencia ha sido lo mismo, pero la manera de construirla ha cambiado.
Así que pierde el miedo de escribirla, no quedará escrita en piedra, puedes cambiarla cuando quieras, pero es mejor trabajar por un propósito que con el tiempo te das cuenta que no era tan acertado, que no tener propósito.
Tu propósito cambiará en diferentes etapas de la vida. No tendrás el mismo propósito cuando estés en la universidad que cuando seas madre o padre.
5. Define pilares inamovibles
Voy a ser sincero, cuando tuve mi propósito por escrito, sentí que se quedaba corto, así que definí lo que llamé pilares. Son cosas que sí o sí deben pasar mientras cumples tu propósito, es a lo que no estás dispuesto a renunciar.
Me los imagino como patas de una mesa. Una mesa al menos necesita 3 patas, pero más de 4 sería demasiado. También creo que deben estar basados en tus valores y en relaciones.
Te comparto mis pilares a modo de ejemplo:
- Desarrollo espiritual.
- Cuidado físico.
- Bienestar familiar.
- Libertad financiera.
Con tu propósito escrito y pilares definidos es momento de que la magia suceda.
Rétate con al menos 3 objetivos desafiantes para el año. Objetivos SMART:
- Specific (específicos).
- Measurable (medibles).
- Achievable (alcanzables).
- Relevant (relevantes).
- Time-bound (con un tiempo específico).
Ármate de una buena estrategia de administración del tiempo (OKR, pomodoros, time blocking, planner) y verás que no volverás a ser el mismo, día a día crecerás personalmente.
Inténtalo… tienes todo por ganar y nada que perder.